Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA

(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro



Comentario

Capítulo 45
Prosigue este capítulo, trata de la manera que se tubo del rrompimiento y desbarato de los tlatelulcanos, la primera guerra hizo el rrey AxayacaLuego en el palaçio del rrey Axayaca, sin salir nadie dél, todos los grandes, prosiguió Tlacaeleltzin Çihuacoatl la materia començada, tan tanteada, por no querer derramar su propia sangre y su naçión, dixo: "Pues, hermanos y señores, ya abéis oydo las cosas que en Tlatelulco trata Moquihuix, su rrey, contra la cortesana gente mexicana, y las cosas hazen son bísperas de su muerte y destruiçión, se ensayan de la manera morirán y son bisiones de sus muertes (motetzahuia). Por eso, señores mexicanos, es por fuerça esto porque no acobarde la cabeça del mundo de este ymperio mexicano. Esforçaos, señores, con balerosos ánimos, esfuerço y coraxe, que mediante el señor del sueño y noche, ayres, tiempos, saldremos bitoriosos, y esto en menos de dos oras cauales. Póngaseos por delante el gran balor mexicano y su alta nonbradía y fama, en el mundo tan nonbrado, que os llamáis e yntituláis águilas, tigueres, cuauhtli, oçelotl, hueycuetlachtli (gran león baleroso), sois manos, pies, cabeça de Mexico Tenuchtitlan, de la casa de Huitzilopochtli tetzahuitl (abusión). Ea, hermanos, los que os llamáis cuachic, otomitl, tequihuaques. Si no, mirá bosotros la espiriençia quando la primera conquista buestra, teniendo ynnumerables gentes los azcapuçalcas y bosotros treinta o quarenta no más, ¿no los sojuzgastes un día? Pues aún no abía Çihuacoatl ni los rreyes pasados, sino solos bosotros, mediante el gran fauor, ayuda, socorro del tetzahuitl Huitzilopochtli, aun por su mandado dixo luego lo acometiésemos, que él yba con bosotros. Pues esto es ansí mexicanos, agora sois la flor del mundo, no a de acouardar uro alto, baleroso ánimo, que todo es un solo día de trauajo y es ganar onrra y fama para siempre jamás y bernán en rreconosçimiento de más obidientes nros henemigos y basallos lexanos, pues a nra propia patria y naçión hazemos, contra ellos, justiçia por guerra y derramamiento de sangre nra. Pues agora somos presentes, que aquí estoy el primero, Çihuacoatl, y Tlacochcalcatl y Tlacateecatl y Cuauhnochtli y Tlilancalqui y Ticocyahuacatl, Hezhuahuacatl, Acolnahuacatl, Tocuiltecatl, Tezcacoacatl y cuachicme y otomitl y tequihuaquees. [55v] Y póngaseos delante que solo tetzahuitl Huitzilopochtli acometió, bençió, desbarató a los azcapuçalcas. Pues, como tengo dicho, señores, aquí estoy el primero, como Çihuacoatl Tlacaeleltzin me abentaxo a ser primero que yré con bosotros". espondieron los prençipales balerosos que estaua ya biexo y cansado, que allí estauan ellos y sus basallos tomarían la enpresa, y que sosegase conpañía del moço rrey Axayaca, y que en el ynter guardarían y belarían con muy grande bigilançia y cuidado, "pues estáuamos y estamos demtro de nros enemigos, sus casas y las nras propias". Y con esta rresoluçión fue al rrey Axayaca el Çihuacoatl Tlacaeleltzin y diole cuenta de todo lo susçedido con los balerosos capitanes y la rrespuesta le dierom, ofresçimiento de luego que ubiesen oydo el sonido de la bozina de guerra estarían a punto y aperçibidos con todas sus armas. El rrey Axayaca le agradesçió la buena boluntad y gran soliçitud dél y, así, se despidio dél.Tornemos agora a los tlatelulcanos, que andaua muy ocupados en sus sayos. Benidos Moquihuix yn Teconal, dixo: "Señor y rrey, después de muertos y desbaratados y bençidos los mexicanos tenuchcas, las estançias y los pueblos Azcapuçalco y Chilocan, Cuauhtepec, Chiquiuhtepec, Huixachtitlam, Tecalco, Atzompan, Xoloc, Teçontepec, Cuyuacan, Xochimilco, Chalco, con todos los demás pueblos lexanos de aquí, a donde comen, beuen, triumphan los mexicanos tenuchcas, nosotros de nueuo gozaremos y comeremos de las rrentas de ellos; nosotros los tlatelulcanos, con todos sus suxetos los rrepartiremos tre nosotros, y todos sus mayordomos (calpixques); rrepartiremos tre nosotros sus mugeres y las mugeres de Axayaca y toda su casa se traerán para bos ura casa, para ura persona, y todos sus esclauos y sus corcobados y los enanos y corcouados, hasta los animales tiene agora su casa traeremos a la buestra, y a los que nosotros serán dedicados serán sus calpixques (mayordomos), y los esclauos tienen en guarda, esos serán para nosotros". Dixo Moquihuix: "Oydme bos, Huitznahuatl Teconal. Así se hará todo como está tratado". La muger de Moquihuix, como rrey hera, la bañauan dentro de su casa todas sus criadas una alberca encalada. Y bido, díxole un agüero o hechizo adeuino (motetzahui), y fue que, estándola bañando, dizen habló la natura de la muger, dixo: "Madre mía, querría estar acostada quando este pueblo desbaratado y rrompido Tlatelulco. Oydme, madre mía". Después dixo: "¡O, desbenturada de mí!" Y todas las criadas y esclauas que la estauan bañando oyeron el agüero que habló la natura de la muger del rrey Moquihuix. Y dixo la muger de Moquihuix: "Hijas, ¿qué es lo habló o quién habló?" E dixéronla: "Señora, buestra natura mugeril habló". Y luego ella lo trató y habló con su marido Moquihuix e dixo a las sirbientes cómo abía pasado y, contado, dixo: "¿Por bentura es muda o sorda, que no abía de hablar?" Tornó a dezir: "Contadme otra bes como dixo". Rrespondieron las sirbientas y criadas, dixeron: "Dixo la natura mugeril de nra ama y señora: "¡Ay, [56r] ay, madre mía!, ¿cómo tengo de estar acostada e mi cama quando se destruya el pueblo de Tlatelulco, que baya muy de rrota". Después dixo: "¡O, desdechada de mí!"". E rrespondió otra bes Moquihuix, dixo: "Mirá si no es así". Tornaron a llamar a la muger del rrey Moquihuix. Tornó a rreplicar la caçica y señora de la manera que pasó y habló, y oyendo esto, Moquihuix cayó de espaldas en el suelo. Lebantado del suelo, tomó tan grande espanto y temor que estaua muy fuera de su sentido, e tornando en sí dixo a su muger: "¡O qué mal agüero a sido este, señora mía, hija de mi alma y de mi coraçón! Quiero lo sepáis, pues a de susçeder, que los tlatelulcanos a mucho tiempo que tienen muy puesto su boluntad de hazer y destruir a los mexicanos de Tenuchtitlam y, enfín, hermana mía, abéis de pasar por este trago de amargura y dolor". Rrespondióle su muger, díxole: "¿Qué dezís, rrey y señor mío? ¿No tenéis lástima y dolor de tanto pobre maçehual, tanto biexo y tantas biexas, donzellas, muchachas, criaturas, que unas comiençan a gatear, otras están las cunas, otras preñadas, en días de parir, otras se leuantan de paridas. Y ¡pobres de nosotras mugeres! ¿A dónde nos an de lleuar a bender o quiçás sacrificar con bosotros a los dioses de los tenuchcas? ¡Pobres de buestros hijos y basallos, que an de pasar por la cruda muerte sin culpa y buestros hijos para siempre an de ser esclauos!" espondió Moquihuix, dixo: "Oydme, hermana de mi alma. Este mal yntento y esta orden, este comienço, prinçipio, hízelo yo no. Hizo buestro padre y començólo y ordenólo e ynsistió a los demás prençipales. si uro padre Huitznahuatl no fuera, no susçediera el agüero. Por bos bino a todo Tlatelulco, que eso significa el hablar ura natura mugeril, que en Teconal Huitznahuatl, uro padre, está la malicia y falsedad". Rrespondió la muger, díxole: "No es bastante escusa esa de buestra gran culpa, que no se a de atribuir a que él ni otro lo hizo, sino a boz, como rrey y señor deste pueblo de Tlatelulco. Y aunque soy muger, quiero meter la mano, si lo puedo estoruar y apartar esta herronía y atreuimiento tan grande, que son mis hijos, que aunque soy muger quiçás me obedeçerán a mis rruegos para que estemos todos quietos, paçíficos, sosegados, tenuchcas y tlatelulcas; y que fue sueño pasado lo que se abía tratado, comunicado y conçertado. Y así, bialdos a llamar a todos uro palaçio y conçiértense estas pazes, y yd bos propio persona, yd a beer a uro hermano el rrey Axayaca. Tratá esta paz y concordia y hazed luego esto que os rruego, y sea con toda breuedad". Rrespondió Moquihuix: "Señora y hermana mía, es por demás ya eso, que no querrán porque están muy determinados ya a ello". Con esto, pasados dos o tres días, susçede otro agüero y fue un biexo conpró unos páxaros que andan por la laguna del agua salada llaman atzitzicuilotl. Muertos y pelados, cozidos en especia de chile y tomate, estando hirbiendo y sentado junto a la lumbre el biexo y un perrito suyo, habló el perrito, dixo: "Agüelo mío, mirá si es agüero, si están ay la olla los páxaros atzitzicuilome, porque bolaron y tornaron a la olla, y es [56v] y están en grandes pláticas y rruido". Rrespondió el biexo y dixo al perrillo: "¿Y bos no sois mi agüero? ¿Cómo, siendo perro, me habláis?" Y lebantóse luego el biexo y tomó un palo y dio al perrillo en la cabeça y murió el perro. Y luego, hecho esto, un gallo gallipauo (huexolotl) que andaua por el patio contoneándose como pabón, dixo el gallo a su amo, el biexo que acabaua de matar el perrillo, dixo el gallo: "¡Ma topan! ("¡a, no sea sobre mi hao!")". Y arrebátalo luego el mismo biexo y díxole: "Nocne, ¿yn tehuatl amo no tinotetzauh? ("pues, bellaco, ¿no sois bos tanbién aguero habláis?". Luego le cortó la cabeça. Y estaua una máxcara con que bailan en el areito (mitote), quando hazen maçehuaz, y era la máxcara figura de biexo, que estaua colgada. Habló y dixo: "Poco a poco. ¿Qué es lo que se a de dezir desto? ("¡çani! ¿Yhuian tlenoço mitoz axcan?")". Rrespondióle el biejo, díxole: "Rresponded lo que quisiérdes. Y ¿quién sois bos?" Y luego lo arrebetó, lo descolgó y lo hizo pedaços toda la máxcara.